Las mujeres llevaron todas las ceremonias mayores y tradicionalmente realizaron todos los ritos involucrados en la iniciación de los nuevos
Santeros y que ahora es la potestad del Orìaté y el papel de Orìaté fue primero sostenido por las mujeres.
Las nombradas Orìaté fueron:
– Teresita Ariosa-Eni Oshún.
– Guillermina Castel.
– Timotea Albear-Ayayí La Tuán, fue la Oriaté usada por casi todos las casas y cabildos hasta el tiempo de su muerte. Ella, de hecho, fue la que le enseñó al primer Oriaté masculino:
– Octavio Samar Rodríguez-Obá Di Mèjí.
Esto fue solamente después de la muerte de Timotea Albear en 1935 que Obá Di Mèjí empezó a ganar poder como un Orìaté, pero ante mucho tiempo todo los Oriaté fueron mujeres y, entre las mujeres, la primera que pudo haber ejercido tan importante responsabilidad, fue una mulata hija de Oshún llamada.
– Guillermina Castell-Oshún Laibó y luego le siguieron:
-Josefina Aguirre-Oshún Guere, hasta Carmen Miró-Egüín Bi, Ña Rosalía Gramosa Aberu-Efuché Warikondó, fundadora de la rama Egbàdó, sacerdotisa famosa Omó Oshòsí. En el último cuarto del siglo XIX, que a su vez fue, famosa por los cambios aplastantes que ella hizo a la religión.
Pudo haber introducido en Centro Habana la ceremonia Adoshú Õshá practicada hoy y que eventualmente se ha esparcido al resto de la isla.
Ella instituyó la práctica común de recepción de más de un Orìshá durante la iniciación, como Eleguá, Obatalá, Oyá, Oshún, Yemayá y Shangó; así como la práctica de tirar los Dilogún o caracoles, dos veces para conseguir una letra compuesta.
Esto es conocida como “La Reformadora de la Religión”, a la Efuché también se le acredita el origen del ritual iniciatorio conocido como el “Pinaldo o Cuchillo” que se realizó la primera vez sobre Octavio Samar Rodríguez, como una segunda iniciación para confirmar su primera que se había hecho en Matanzas. Esta “Confirmación” ritual fue la fuente de su nombre de Õshá, “Obá Di Mèjí-Rey coronó dos veces”. Él llegó a ser uno de los primeros Oriaté masculinos o amo de las ceremonias para los ritos de iniciación en la religión después.
En 1843-1845, Obá Mama Monserate González-Obá Tero, Rosalía Aberu-Efunche Worikondo y Obá Timotea “La Tuan” Albear-Ayàyí Lewu llegaron a Cuba y cambiaron el sistema de parado al asiento; asimilando ciertas ceremonias de Oyó. Õshá fue la primera en expandirse y después le siguió Ifá, y fue después con la llegada de Ifá que se asimiló la tirada combinada en
Merídìlógùn según dicen.
María Towá es considera históricamente como la “Reina de los Lukumí”. Ella fue, en el momento, la única verdadera Lukumí que podía leer y escribir, pero también fue en nuestra tradición una Orìaté en el momento siendo mujer. Una de sus muchas contribuciones a nuestra religión es la razón porque nuestros sacerdotes tienen la habilidad de matar animales; es decir el “Pinaldo o Cuchillo” y esto es debido a ella.
Durante el tiempo de principios del siglo xx, las únicas personas que podían sacrificar eran los Ashó Ogún, ellos eran individuos consagrados en una ceremonia que les permitía sacrificar. Cuando miramos la historia, había solo 3 Ashó Ogún en La Habana en ese momento:
1)- Felipito-Ogún Bi.
2)- Remigio-Ogún Toyé.
3)- Ñengo-Ogún Ladé.
Las tareas de estos hombres eran realizar los rituales, y exclusivamente era toda la función de ellos, la consagración y las ceremonias religiosas, ellos eran los únicos que tenían la exclusividad en estos actos. Ni santeros o Babalàwós por igual no podían realizar ningún ritual, porque era exclusivo sólo para los Ashó Ogún.
Al mismo tiempo, la persona que reinaba en La Habana era María Towá. Ella estaba a cargo de que ceremonia sería realizada, y cómo sería
realizado, etc. Ella le dijo a los Ashó Ogún que ellos tendrían que realizarle la ceremonia de consagración en su cabeza para que ella pudierá realizar el ritual. Ella había acentuado este hecho diciendo que si ellos no hacían esto, ellos no podrían realizar ninguna ceremonia en La Habana.
Y como ella tenía el mando de la comunidad de Lukumí en La Habana, estos hombres concedieron y le realizaron la consagración, la cual fue dirigida por ninguno otra que María Towá. Después de la ceremonia, María empezó a consagrar a otros como Ashó Ogún, quitándole el monopolio original a los Ashó Ogún. En conclusión, ella fue la persona aquien se le acredita con la habilidad de dar Pinaldo o Cuchillo, que a su vez dio la licencia a los Santeros y a Babalàwós para realizar estos rituales que son sagrados en nuestra religión.
Una persona de renombre, Obá Di Mèjí, escritor de muchos libros y reconocida autoridad en la tradición Lukumí, vino a La Habana con la orden de consagrar a Nicolás Angarica, otro personaje muy famoso. En su llegada a La Habana, él visitó a María Towá y ella le dijo que su consagración en La Habana no era reconocida y él no tocaría la cabeza de Nicolás Angarica a menos que él hiciera Õshá en La Habana. Esto significaría que él haría Õshá dos veces; algo no oído en ese tiempo y claro este tiempo tampoco, Obá Di Mèjí concedió y se le hizo Õshá y de hecho dos veces. Él es conocido como Obá Di Mèjí-Dos veces un Rey.
Otra historia interesante ocurrió cuando Ña Mariana, otra Lukumí, consagrada directamente en Obá, intentó consagrar a una mujer de medios pobres y con problemas mentales. Esta mujer se llamabaTeresa y, María Towá dijo que Òba no debería ser coronado directamente y, en la
ignorancia a esta advertencia la condición mental de Teresa empeoró. Después de este incidente, Òba no se consagro ya directamente a ninguna otra persona. Esta consagración de Òba se realizó en 1942, 3 años prior a que los tambores Añá fueron llevados a la catedral de La Habana y bendecidos por el Cardenal Artiaga en ese mismo año.
La contribución singular de la Sra. María Towá en la parte del Ashó Ogún, fue la unificación en Cuba entre las personas de nuestra tradición religiosa. Y más allá ella estableció una norma de práctica también en la isla, que es lo que se sigue haciendo hasta el momento.
La formación y evolución de los cabildos fueron de gran importancia en la estructura moderna de Ilé-Casa de santo. Entre los cabildos fundamentales podemos incluir los de Regla, de la Virgen de Regla-Yemallá, fundados por Josefa Herrera Eshú Bí, Pepa y Susana Cantero Omí Toké; el Cabildo de Santa Barbara-Shangó Tedún; Los gemelos del Palenque, Perfecto y Gumersindo Cabrera; y el Cabildo de Papa Silvestre.
En Matanzas fueron muy memorables los cabildos de Fermina Gómez Torriente; el Cabildo Iyèsá de la familia García; y el Cabildo Santa Teresa de Cárdenas y la familia Villamil. En la provincia de Matanzas, los cabildos Arará; de los cuales sus miembros son descendientes de los esclavos Fón, Mahi, Adjá, Evhe y otros grupos procedentes del Reinado Dahomey y lo que hoy día es Togo, estos en algunos casos forman conexiones con los de caminos Lukumí de Matanzas.
En Guanabacoa el estatus de cabildos pertenece a Pilar Fresneda. Luego en el interior de Cuba tres sociedades Lukumí y una sociedad de Congo continúan la función en el presente en la ciudad de Palmira, Cienfuegos. Se ha enfocado mucho énfasis, basado en los cabildos como instituciones principales para el nacimiento de las religiones afrocubanas. Y basado en lo anterior, así es como surgen las casas de Ifá y Õsha, lo cual da nacimiento a sus correspondientes ramas.
A continuación una recopilación de algunos de los Olòshás, Iyálòshás y Awóses que estan al pie de Olòfín y los más prominentes en nuestra religión.
-Aurora Lamar-Obá Tolá, su ángel de la guarda era Agàjú y es una de las fundadoras de la rama La Pimienta.
-Ferminita Gómez-Õshá Bí, santera oni Yemallá nacida en Matanzas, Cuba, fue ahijada de la gran Má Monserrate González responsable por la continuación del culto a Olòkún en Cuba.
-Ño Remigio Herrera-Adeshina, uno de los primeros Babalàwós en llegar a Cuba. Le heredó a su hija Josefa Herrera-Eshú Bí el Cabildo de Yemallá en Regla.
-Nicolás Valentín Angarica-Obá Tolá, fue el único aprendiz del famoso Obá Di Mèjí.
-Bernardo Herrera mas conocido como Tata Gaitán-Ogùndá Fún, un legendario Babalàwó, Tata Nkisí y miembro de la Sociedad Abakuá. Su ángel de la guarda era Oşhòsí y ha sido el único
Babalàwó en recibir el título de Obá en Cuba.
-Miguel Febles-Odi Ká, famoso Babalàwó.
-Pilar Fresneda, famosa Iyálòshá de Guanabacoa.
-Susana Canter-Omi Toké.
-Tiburcia Sotolongo.
-Ña Margarita Armenteros-Ainá Yòbo, fundadora de otra importante rama en La Habana.
-Má Monserrate González-Obá Tero, nacida en Nigeria y traida a Cuba, Oni Shangó. Es una de la fundadoras Lukumí en Matanzas y madrina de Fermina Gómez.
-Octavio Samá-Obá Di Mèjí, legendario por haber sido coronado dos veces, fue el primer orìaté cubano.
-Timotea “Latuán” Albear-Ápoto, Oní Yemallá fundadora de la rama La Pimienta.
-Calixta Morales-Odédeí, omó Oshòsí y s cree que fue la primera olòríshá en haber sido iniciada a Oşhòsí en Cuba.
-Pancho Mora-Ifá Morote, primer Babalàwó en haber residido en EE.UU.
-Mercedes Noble-Obán Yòkóo, fue la primera iyálòshá en haber hecho una iniciación en la ciudad de Nueva York.
-Asunta Serrano-Osáunko, descendiente de Aurora Lamar es una de las primeras puertorriqueñas en ser iniciadas en la década de los 1950.
“Modùpué, modùpué, modùpué”.
Escrito por: Iris Hernandez Torres